Llegada a Sevilla en la tarde noche del viernes en
avión, del aeropuerto directos al hotel, situado en el mismo estadio de La
Cartuja desde donde salía y terminaba el maratón, y con comedor con vistas al
interior del estadio. Antes incluso de subir a la habitación, en la feria del
corredor recogida del dorsal y la bolsa del corredor.
Allí ya se comienza a palpar el ambientillo de maratón con los nervios que
conlleva para los participantes, yo este año llegaba más que justito, ya que
tanto por temas laborales como por motivos de estudios y familia últimamente
voy justísimo de tiempo y se entrena no lo que se debiera, si no lo que se
puede, y la verdad ha sido más bien poco. El viernes finaliza con una mínima
cena y a dormir pronto para aprovechar el sábado de turismo.
El Sábado
de turista total, eso de descansar y andar poco el dia premaratón será para
otros, aprovechando el sábado a tope. Por la mañana visita al centro histórico
con los jardines de Murillo, casco antiguo y la zona de catedral, Giralda y
Torre del Oro, todo muy guapo y recomendable. En Barcelona había nevado, pero
en Sevilla también hacia fresquito y bastante, o una jartá en argot andaluz.
El único descanso fue la comida, por la tarde visita a la zona de Nervión y
Triana para volver al casco antiguo para cenar, eso sí, ya a base de pasta y
agua, las cervecitas y las tapas o raciones ya las habíamos hecho durante el
día, ducha de rigor, a preparar el material y a dormir, la suerte ya estaba
echada.
Domingo de carrera, a las 06:30 suena el despertador, aseo personal y al
almuerzo, el comedor lleno de atletas y por la ventana se ve como dentro del
estadio están instalando el arco del p.k. 42. Sensaciones raras, no soy mucho
de almorzar pero hay que hacerlo y bien, los camareros no paran de traer
plátanos que los atletas devoran, el gusanillo en el estomago hace de las
suyas, pero con un poco de calma, desayuno completo y café con hielo de rigor.
A las 08:15 para la salida, ambiente bastante fresquito, decido salir con
manga larga y guantes, como tengo a mis acompañantes que me seguirán por el
recorrido, a media mañana ya me quedaré en manga corta. Un poco de
aglomeraciones en el guardarropa, y hacia la salida calentado un poco,
estiramientos y ya estamos. A las 09.00 en punto salida, me propongo salir muy
tranquilo y intentar acumular kilómetros sin preocuparme del reloj tirando solo
de sensaciones, la primera parte del recorrido la hacemos por el barrio de
Triana, en el cual pese a ser primera hora hay bastante gente y animación, los
kilómetros iban pasando y las sensaciones eran buenas, seguimos por el barrio
de la Macarena, donde pasamos por el edificio ocupado la Corrala “La Utopía”,
SI SE PUEDE.
Poco a
poco los kilómetros van cayendo y las sensaciones eran muy buenas, pero quería
ser muy conservador, no me fiaba un pelo, el frío poco a poco iba
desapareciendo así que en el p.k. 15 aprovechando que tenia a la afición me
quedo en manga corta, la animación de la gente en la calle cada vez era más
grande. Me planto en la media maratón en 1:54 y sin forzar nada, de momento no
me podía quejar, todo según lo previsto. Los avituallamientos perfectos, no soy
mucho de beber y comer en carrera, pero en esta distancia es imprescindible y
lo iba siguiendo a rajatabla, cada 5 Km., un poco de agua y bebida isotónica, y
cada diez un gel.
Los kilómetros
pasaban y ya un poco perdido y sin saber por donde paraba aparecemos en el
estadio del Sevilla p.k. 25, todo perfecto. Las calles ya estaban llenas de
animación y la temperatura era perfecta, sigo sin saber donde estoy y
aparecemos delante del estadio de Betis, p.k. 30 las piernas empezaban a notar
la fatiga pero iba muy cómodo, la verdad es que sorprendentemente cómodo.
Pasamos por el interior del parque Maria Luisa y la plaza de España, la zona
super bonita y la gente volcada en la calle, la verdad que para un corredor
aficionado es una gozada.
Pero no todo podía ser tan bonito, a la altura del p.k. 35 y coincidiendo
con el paso del casco antiguo, me entra una descomposición de estomago bastante
fuerte, tengo que bajar bastante el ritmo sin llegar a pararme y me voy fijando
en la ubicación de bares en el recorrido por si la cosa iba a más, buscar un
lavabo de emergencia. Paso un par de kilómetros fatal pero poco a poco parece
que pasa, el ánimo de la gente hace mucho. Siguiendo adelante pasamos un puente
y ya se ve el estadio al fondo. La sensación es muy difícil de explicar, es una
mezcla de mucho cansancio, pero con una alegría tan grande que casi te hace
olvidarlo, los dos últimos kilómetros los disfruto un montón, ya estaba otra en
el saco. A la entrada del túnel del estadio veo a la Tere y a mis padres que me
habían seguido en varios puntos del recorrido, que alegría, y como fin de
fiesta la entrada al estadio, entrado al tartán un animador nombraba los
nombres de los atletas que entrabamos uno a uno, y en la pantalla gigante del
estadio nos íbamos viendo, joder que caña, vaya subidón. Entro en meta con
3:53:36, otra vez sub 4 horas, contentísimo, para ese momento ya se me había
olvidado el mal momento pasado y casi no notaba ni el cansancio, la alegría podía con todo.
Bueno, ya van 7 maratones.
En resumen un fin de semana completo y un maratón muy, pero que muy
recomendable, solo me queda dar la gracias a mi santa compañera, la Tere, que
siempre me apoya y me sigue en estas lindes, y a mis padres que me han
acompañado en esta ocasión al ser Sevilla la patria chica de mi padre.
FORÇA NEVER.
FOTOS EN CARRERA
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